Todo emprendedor debe contemplar cómo financiar una startup antes de avanzar con el proyecto. La financiación es clave para la supervivencia y, antes de plantearse buscar inversión externa, el equipo fundador debe tener muy claro los tipos de inversión necesaria en cada etapa de la compañía.
¿Qué es una startup?
Antes de hablar sobre cómo financiar una startup, deberíamos definir qué es una startup exactamente. Esta palabra que hemos robado del diccionario anglosajón hace referencia a todas aquellas empresas emergentes que no siguen las reglas de una gran compañía, que tienen un potencial de crecimiento notable debido a que se presentan en el mercado con una propuesta innovadora y, normalmente, también tecnológica. La solución que quiere aportar suele estar enfocada completamente al cliente, y es habitual que tengan problemas de financiación.
El modelo de gestión bajo el que se rigen durante sus primeros años de vida se conoce como enfoque Lean Startup. Se trata de convertir la idea en un producto mínimo viable que permita ser testeado por el público objetivo para así recibir el primer feedback que permitirá al emprendedor hacer las mejoras necesarias antes de lanzar al mercado el producto definitivo. Por lo tanto, a diferencia de un modelo tradicional, el lean startup lanza el proyecto al cliente para aprender de los errores y así redefinir el proyecto.
Este entorno se vuelve más complejo cuando nos ponemos a analizar el ciclo de vida de la startup, que viene marcado por distintas etapas claramente diferenciables. Teniendo en cuenta que la fase en la que se encuentre condicionará sus necesidades y objetivos, podemos deducir que la financiación necesaria – factor clave para el posible desarrollo del negocio – también variará. Por esta razón es interesante explicar la evolución del proyecto de la mano de la ayuda económica necesária para entender cómo se financia una startup.
Cómo financiar una startup
Financiación en etapa pre-seed
Este es el nacimiento del proyecto. El punto en el que la idea está esquematizada en una hoja donde el emprendedor ha plasmado todo aquello que visualizaba en su cabeza. La idea aún tiene que desarrollarse, y para hacerlo, se necesita a un equipo con quién validar el modelo de negocio mediante un producto mínimo viable (MVP).
Como aún no se han podido recopilar métricas, el emprendedor y sus socios son los únicos conocedores del potencial del proyecto que se traen entre manos, hay tres fuentes de inversión potenciales:
- Recursos propios: Que el empresario y sus compañeros sean los principales inversores en la startup que se está incubando es, además de lógico, una buena estrategia para mantener al equipo motivado y así luchar para tirar el modelo adelante.
- Family, Friends and Fools: Acudir a la “triple F” siempre es una buena opción. Como bien el nombre indica, estamos hablando de familiares, amigos y todos aquellos cercanos al entorno del emprendedor que apoyan su idea y creen en el potencial de la idea.
- Incubadoras y Aceleradoras: Aportan tanto capital como asesoramiento. Por lo que, el emprendedor obtiene una ayuda económica y a su vez se beneficia del servicio de orientación que ofrece la empresa.
El proyecto aún es intangible, por lo que es demasiado arriesgado (y difícil) buscar inversión externa, pero si con el primer empujón económico el plan de negocio demuestra viabilidad las opciones de financiación solo harán que aumentar.
Etapa: Pre-Seed
Objetivo: Encontrar socios, desarrollar business plan, prototipo del MVP
Financiación: Recursos propios; Family, Friends and Fools; Aceleradoras/Incubadoras
Volumen inversión: En función de la necesidad del proyecto (<= 250.000€)
Financiación en etapa seed/semilla
Esta puede ser considerada como una de las etapas más importantes en el ciclo de vida de la startup. La idea está desarrollada, pasa a ser un proyecto tangible tras la elaboración del producto mínimo viable, es el momento de la verdad. El MVP se tiene que acabar de desarrollar para poder ser lanzado al mercado con el objetivo de llegar al público objetivo, quién validará el concepto de negocio. Los primeros clientes también se conocen como early adopters y son quienes acuden a la solución del emprendedor para solventar su necesidad de forma rápida, por lo que lo importante para ellos es que sea efectivo, no perfecto.
Para poder llevar a cabo estos objetivos, es el momento de buscar financiación externa como:
- Business angels: Se trata de un inversor privado que, tanto de forma independiente como conjunta con otros socios, decide invertir su propio patrimonio en startups, contribuyendo con lo que se conoce como dinero inteligente. Esto significa que, el inversor no solo aportar capital financiero, también comparte su red de contactos, espacios de coworking y experiencia con el emprendedor. La cantidad este tipo de fuente de inversión está muy presente en países como Estados Unidos o Israel.
- Crowdfundigs: Es una herramienta que se está poniendo de moda en el mundo de las fuentes de inversión. Cada vez existen más webs en las que emprendedores pueden publicar y promocionar sus proyectos durante un plazo máximo de 120 días, tiempo en el que tienen la oportunidad de recolectar la inversión necesaria. Las aportaciones hechas al emprendedor son fruto del interés de los usuarios por el proyecto planteado.
- Venture capital: Son fondos de inversión cuyo objetivo es invertir en empresas, preferiblemente startups – empresas jóvenes con gran potencial – o compañías que se encuentran en un estado financiero crítico; razón por la que se considera que el riesgo de estos fondos es elevado. Este tipo de financiación se puede conseguir mediante la participación en eventos conocidos como pitch to investors, donde el emprendedor presenta su idea frente el grupo de inversores.
En esta etapa, las inversiones que se pueden llegar a obtener suelen situarse entre los 750.000 euros y el millón de euros.
Etapa: Seed
Objetivo: Lanzamiento del MVP y validación por parte del público objetivo
Financiación: Business Angels, Crowdfunding, Venture capital
Volumen inversión: 750.000€ – 1M€
Financiación en etapa early-stage
Llegados a este punto, el MVP ya se ha podido lanzar al mercado. La startup ha podido recopilar las primeras métricas que permitirán convertir el MVP en el producto final que exige el potencial consumidor. Es el momento de potenciar el valor añadido, lo que diferencia a la empresa respecto a la competencia, para así asegurar el potencial futuro crecimiento del proyecto. El fin es ampliar la plantilla del equipo y posicionarse en el mercado.
En esta etapa es habitual que se busque levantar rondas de financiación más importantes, conocidas como serie A (financiaciones de entre uno y cinco millones de euros) y serie B (entre seis y diez millones de euros). El volumen de inversión es más importante, así que hay que buscar inversores especializados en early stage como:
- Venture capital
- Business Angels
Etapa: Early stage
Objetivo: Ampliar plantilla, posicionamiento
Financiación: Venture capital, Business angles
Volumen inversión: Serie A (1M€ – 5M€) – Serie B (6M€ – 10M€)
Financiación en la Etapa Growth Stage
La startup está establecida en el mercado, se ha conseguido atraer a clientes recurrentes de pago y las métricas son positivas. Es el momento de centrarse en las acciones de crecimiento para incrementar el número de consumidores y, en consecuencia, los ingresos para alcanzar el break even point (punto en el que se empiezan a obtener beneficios).
Una vez se haya logrado un flujo de caja positivo, la startup puede desarrollar estrategias de expansión. De esta forma llegará competir de forma más agresiva y podrá demostrar la estabilidad del modelo de negocio.
En esta etapa el emprendedor debe dirigirse a inversores que puedan ofrecerle rondas de financiación de tipo serie C, cuyo volumen ronda entre los veinte y doscientos cincuenta millones de euros.
- Venture capital
- Bancos de inversión
Etapa: Growth stage
Objetivo: Alcanzar break even point, estrategias de crecimiento y expansión
Financiación: Venture Capital, Bancos de inversión
Volumen inversión: Serie C (20M€ – 250M€)
Etapa Exit
Si se llega a esta fase significa que la idea que estaba esquematizada en un papel ha sido un éxito. El emprendedor ya no debe preocuparse sobre cómo se financia la startup. Es el fin del ciclo, que se concluye vendiendo el proyecto, fusionándose con empresas mayores o saliendo al mercado de valores.
Que sea el fin de la etapa startup no significa que el emprendedor deba desprenderse de su proyecto. La estrategia de exit definirá como se lleva a cabo este proceso y cuál será el valor obtenido por el negocio.
Etapa: Exit
Objetivo: Vender la startup, Fusión, Salir a Bolsa
Siempre podéis indagar más a fondo sobre cómo financiar una startup en el capítulo 103 de nuestro podcast: Cómo un CFO financia una startup, dónde Isaac Cabezas (Paack), María Fierro (Vilynx.com) y Lluís Vidal (COO de Exoticca) solucionan esta duda.
Si eres un emprendedor con un proyecto entre manos que necesita financiación te invitamos a que apliques en nuestro fondo de inversión para startups.
¡Te esperamos!